Qué hacer si tu idea de negocio falla: Tú decides

En este artículo no vamos a tratar sobre estrategias empresariales a seguir en el caso de que tu negocio no funcione como esperabas porque seguramente habrás intentado varias de ellas, siempre con los mismos resultados. Aquí trataremos de la actitud que puedes tomar frente a un “bache” en tu carrera empresarial.

Es de sobra conocida la frase perder una batalla no significa perder la guerra, por ello te propongo que antes de que lo des todo por perdido, te tomes un momento para la reflexión personal, pues eres tú quien va a decidir lo que vas a hacer con tu plan fallido.

Como Napoleón Hill expone en su trabajo titulado Cómo superar el fracaso y obtener el éxito, la frase “el dinero puede hacer dinero”, no es cierta, ya que el dinero es materia inerte, convirtiendo al deseo en el equivalente monetario a través del cual el dinero se hace. Será por lo tanto tu determinación lo que haga que tu negocio pueda tener una oportunidad más.

El mundo de los negocios es un mundo complejo con cambios constantes, eso no es nada nuevo para ti.  Quizá el fracaso empresarial sea especialmente frustrante si eres un emprendedor que puso en marcha una idea propia con toda la ilusión, que invertiste tiempo, dinero e incluso tuviste que hacer sacrificios para empezar tu negocio. Sin embrago piensa que lo que ha cambiado es la situación. Tú sigues siendo el mismo, es tu perspectiva lo que ha variado adaptándose a la nueva situación. Esto nos lleva a pensar que quizá lo primero que tienes que hacer es revisar tus prioridades y valorar lo que quieres conseguir con cada una de ellas. No olvides que más allá de una situación concreta, está tú y tu situación emocional de la que dependes para seguir en el camino que un día empezaste. Recuerda que de nada habrá servido todo lo que has hecho hasta este momento si te rindes ahora.

Hay un concepto, relativamente nuevo dentro del campo de la psicología emocional denominado resiliencia. Se refiere a la capacidad de afrontar una situación crítica, de estrés o fracaso y adaptarse a ello sin que perjudique a tu salud emocional. Va más allá de la superación de dichas situaciones, incluye el aprendizaje personal que ellas te aportan. Seguramente es un proceso por el que tengas que pasar para encontrar una posible solución a tu actual situación.

Autores como Daniel Goleman, padre de la psicología emocional, hace referencia a la importancia de controlar las emociones en momentos críticos. Para ello el autor propone realizar una autoevaluación para conocer los recursos, capacidades y limitaciones internas. Como resultado de esta capacidad los individuos:

–       Tendrán claros sus puntos fuertes y sus debilidades

–       Reflexionan y son capaces de aprender de la experiencia

–       Son sensibles al aprendizaje más profundo de esa experiencia, a nuevos puntos de vista y al desarrollo personal.

–       Cuentan con un sentido del humor que les ayuda a tomar distancia de sí mismos.

 Una vez que hayas parado a reflexionar sobre ti mismo, podrás analizar a tu empresa con la nueva perspectiva que tienes de la misma y la nueva visión que tengas de ella.

Lo mejor será que replantees tu plan estratégico redefiniendo tu misión, tu visión y, sobre todo, los valores por los cuales te guiarás a la hora de continuar con tu empresa.

Pero sobre todo no olvides que muchos de los que hoy tienen éxito tanto personal como profesionalmente, también tuvieron obstáculos pero fue su actitud ante estos lo que les hizo alcanzar su objetivo.

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